EL CONOCIMIENTO EN EL CONTEXTO GERENCIAL
En la actualidad la gerencia es un proceso complejo que incorpora el uso de conocimientos, creatividad, innovación y enfoques proactivos, dichas exigencias requieren que las organizaciones desarrollen capacidades de aprendizaje (Flores, 2005). Así mismo, la generación de innovaciones tanto en productos como en procesos requiere conocimientos sobre las necesidades de los consumidores, competidores, avances tecnológicos y científicos. Por tal motivo, es necesario que las organizaciones identifiquen y analicen el conocimiento disponible y requerido, y conciban las acciones para generar activos de conocimiento que permitan los objetivos planteados. Lo cual implica administrar un activo intangible como es el conocimiento.
Aun cuando en la actualidad existe la tendencia a considerar el conocimiento y la capacidad de innovación como factores de producción (Monroy, 2010), no fue así en los inicios de la administración. A inicios del siglo XX, la cultura de muchas empresas se vió influenciada por altos niveles de burocracia, segmentación organizacional y trabajo despersonalizado (Flores, 2005). En esos intentos de por racionalizar las prácticas administrativas en las organizaciones surgieron figuras como Frederick Taylor, considerado líder de la escuela tradicional y Elton Mayo, pionero en la corriente de las relaciones humanas. No obstante, a partir de los cambios en el entorno y nuevas realidades organizacionales fueron apareciendo otras teorías y planteamientos diferentes, como por ejemplo, la sociología industrial, la teoría de las organizaciones, la reingeniería, la calidad total y la actual gerencia del conocimiento. Esta última se sustenta que en el nuevo modelo económico, o en la nueva economía, se constata que el negocio es el conocimiento. Las principales razones de su importancia se deriva que su gestión proporciona a las organizaciones una ventaja competitiva. El uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) ha permitido la recolección, la clasificación, el acceso a la información y la gestión del conocimiento.
Existe una diversidad de definiciones del término conocimiento. Según el Diccionario de la Real Academia, el conocimiento es la acción o el efecto de conocer. El conocimiento es un conjunto organizado de datos e información destinados a resolver determinado problema en un contexto determinado (Davenport & Prusak, 1998). Por ende, para que exista conocimiento se requieren seres humanos que interpretan la información y le dan sentido en un contexto particular.
La gestión del conocimiento busca potenciar y aprovechar el stock de conocimiento de una organización. Esto incluye tanto el conocimiento explícito, almacenado en bases cuantitativas y documentales, como el conocimiento tácito implícito en las personas.
Existen numerosas definiciones de gestión del conocimiento, según:
Sveiby (2001):El arte de crear valor con los activos intangibles de una organización.
Nonaka y Takeuchi (1995): Proceso mediante el cual el conocimiento individual se convierte en conocimiento organizativo, con miras a que los individuos que integran la organización creen, transfieran e integren sus conocimientos.
Davenport y Prusak (1998) Proceso sistémico de buscar, organizar, filtrar y presentar la información con el objetivo de mejorar la comprensión de las personas en un área específica de interés.
Bueno (2003)Es la función que planifica, coordina y controla los flujos de conocimientos que se producen en la empresa en relación con sus actividades y con su entorno con el fin de crear unas competencias esenciales.
Barceló (2001) Una capacidad estratégica que contribuye a crear una ventaja competitiva sustentable.
A partir, de las diferentes definiciones mencionadas anteriormente se puede extraer los siguientes aspectos relevantes de la gestión del conocimiento:
1. Es un concepto amplio que abarca diferentes actividades, todas ellas relacionadas con el intangible del conocimiento. Los autores Probast, Raub y Romhardt (2001), identifican seis actividades de la gestión del conocimiento: identificación, adquisición, desarrollo, compartición y distribución, utilización y retención del conocimiento.
2. La gestión del conocimiento tiene una amplia gama de objetivos, entre los que se puede destacar (Panigua et al., 2007; Cobo, 2006):
(a) Formular una estrategia de alcance organizacional para el desarrollo, adquisición y aplicación del conocimiento; (b) Implantar estrategias orientadas al conocimiento; (c) Promover la mejora continua de los procesos de negocio, enfatizando la generación y utilización del conocimiento; (d) Monitorear y evaluar los logros obtenidos mediante la aplicación del conocimiento; (e) Reducir los tiempos de ciclos en el desarrollo de nuevos productos, mejoras de los ya existentes y la reducción del desarrollo de soluciones a los problemas, (f) Reducir los costos asociados a la repetición de errores.
3. La gestión del conocimiento va más allá de la gestión de la tecnología o de la gestión de la información. Aunque las tecnologías de la información son necesarias en la gestión del conocimiento, no deben ser el pilar fundamental sobre el que se sustente los procesos de creación y transferencia de conocimiento (Martin y Casadesus, citados en Cobo, 2006).
4. Se encuentra relacionada con la práctica empresarial y con la investigación. Las aportaciones en este sentido se han hecho, tanto desde el ámbito empresarial, como desde el ámbito académico-científico.
Por lo tanto, la gestión del conocimiento consiste en un conjunto de procesos sistemáticos, que incluye la identificación, adaptación, desarrollo, uso y difusión del conocimiento, a objeto de generar una ventaja competitiva para la organización. El proceso de construcción del conocimiento es una práctica social que requiere la comunicación e interacción permanente, la confrontación de ideas, la relación con el ambiente interno, con el entorno de la organización y con la sociedad (Monroy, 2010). Los integrantes de una organización deben contar con datos e información, así como las tecnologías necesarias para analizarla, interpretarla y darle sentido, poseer la capacidad de compartirla, de recibir crítica y retroalimentación con el objetivo de tomar decisiones. Por tanto, la creación de conocimiento es un proceso que transciende fronteras de una entidad a otra a través de la adquisición de nuevo conocimiento; por ejemplo, de lo individual a lo grupal, de lo grupal a lo organizacional y de lo organizacional a otras organizaciones, desarrollando ciclos de creación de conocimiento (Nonaka y Takeuchi, citados en (Burgos, 2010).
En la actualidad se utiliza el término comunidades de prácticas, acuñado por primera vez dentro de la antropología social de Lave y Wenger (citados en (Monroy, 2010), para referirse a aquellos grupos con temáticas de interés común que establecen relaciones y comunicaciones fluidas para compartir conocimientos (Monroy, 2010; Burgos, 2010). Seguidamente se presentan los autores más representativos que han aportado en la temática del conocimiento y su aplicación en el contexto gerencial.
Michael Polanyi (1891-1976)
Uno de los precursores en plantear el conocimiento como se entiende en la actualidad.
Planteó que en cada actividad hay dos dimensiones de conocimiento: 1) conocimiento focal, conocimiento sobre el objeto o fenómeno que observamos, y 2) conocimiento tácito, conocimiento que permite la comprensión del fenómeno.
Expresa diferencias entre el conocimiento estático (knowledge) y el conocimiento dinámico (knowing).
Define el conocimiento práctico como un conocimiento tácito que orienta a la acción.
Edith Penrose
(1914-1996)
La empresa es un conjunto de recursos organizados administrativamente que crece y trata de sobrevivir en un entorno de competencia.
Distingue entre los recursos y los servicios que se pueden obtener de éstos: "Los servicios que producen los recursos dependen de la forma en que son usados. Exactamente el mismo recurso puede proveer diferentes servicios según la forma en que se use o se le combine con diferentes tipos o cantidades de otros recursos".
El conocimiento empresarial es un recurso básico para la empresa ya que establece los límites en la capacidad de gestión y en la capacidad de aprovechamiento de los servicios que pueden prestar los demás recursos disponibles de la organización.
Los recursos pueden adquirirse en el mercado, en el exterior de la empresa, pero los conocimientos necesarios para el control, la gestión y el crecimiento son creados en el interior de la empresa y por tanto implantan un límite a la velocidad de crecimiento.
Distingue entre el crecimiento "interno" de la empresa, generado por la mejora en el conocimiento empresarial, en la gestión y en el aprovechamiento de los recursos, y el crecimiento "externo", generado por la adquisición de recursos externos.
Peter Drucker (1909-2005)
Acuñó la expresión “trabajador del conocimiento” (knowledge workers), refiriéndose a los individuos que aportan su propio conocimiento profesional en el desempeño de su trabajo.
Los knowledge workers constituyen el activo más importante, por tanto son indispensables para la organización ya que cuando se van, se llevan el conocimiento que sólo ellos poseen.
Señala la importancia de aprender a aprender, “si no se ha aprendido a aprender, si no se tiene esta habilidad, tendrá dificultades, saber cómo aprender es en parte una curiosidad, pero también una disciplina”.
Los trabajadores del conocimiento son considerados como un activo, no un costo.
Peter Senge
(1947)
Aportó el concepto de organización que aprende (learning organization).
Planteó las características de las empresas inteligentes: pensamiento integral, modelos mentales, perfeccionamiento personal, visión compartida y aprendizaje en equipo.
Definió el pensamiento integral como la quinta disciplina.
Ikuro Nonaka e Hirotaka Takeuchi
Abordaron los conceptos de conocimiento tácito y explícito.
El conocimiento tácito se refiere al que únicamente conoce la persona y que es difícil de transmitir.
El conocimiento explícito se refiere al conocimiento que las personas que lo emplean son capaces de representarlo en un lenguaje (verbal, gráfico, modelado) y transmitirlo a otros.
Definieron el proceso de creación de conocimiento a través de un modelo basado en la espiral del conocimiento.
Karl-Erik Sveiby
Estableció que la gestión del conocimiento es el arte de crear valor a partir de los activos intangibles organizacionales.
Introduce el término organizaciones de conocimiento (knowledge organization), refiriéndose a las organizaciones que tienen una capacidad para crear valor a partir de la generación, circulación y gestión del conocimiento.
Thomas Davenport
Enfatizó la distinción entre datos, información y conocimiento y la forma en que los datos se transforman en conocimiento mediante un mecanismo de agregación de valor.
Para concluir, en la actualidad el conocimiento y su gestión en el contexto gerencial se relaciona con la medición del valor en la organización, la cual incluye el manejo y la gestión de los activos tangibles e intangibles. Los activos intangibles están generando competencias superiores por sus características de flexibilidad y adaptabilidad, así como la dificultad de imitación y por su alto nivel de crecimiento. El conocimiento es considerado un activo intangible que puede generar valor en la organización.
La gestión del conocimiento puede ser vista desde un enfoque integral para alcanzar las metas orgnizacionales con un gran énfasis en el conocimiento. La gestión del conocimiento incluye la creación, transferencia y la aplicación del conocimiento individual y colectivo en procesos de creación de valor.
REFERENCIAS
Bueno, E. (2003). Enfoques principales y tendencias en dirección del conocimiento (knowledge management). En R. Hernández (Ed.), Dirección del conocimiento: desarrollos teóricos y aplicaciones (pp. 21-54). Cáceres: Ediciones La Coria.
Burgos, V. (2010). Organizaciones que aprenden: guía de referencia para promover comunidades de práctica. En A. Martínez, & M. Corrales, Administración del conocimiento y desarrollo basado en conocimiento. Redes e innovación (págs. 221-248). México: Cengage Learning.
Carrillo, L. (2008). Gestión del conocimiento. Gestión de Investigación y Desarrollo , 125-136.
Cobo, A. (2006). Modelo de capital intelectual de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Indicadores de capital humano y gestión del conocimiento. Tesis doctoral no publicada, Universidad de Málaga, Málaga, España. Consultado: 14 de mayo, 2010. Disponible en: http://www.biblioteca.uma.es/bbldoc/tesisuma/16754621.pdf
Davenport, T. y Prusak, L. (1998). Working knowledge: How organizations manage what they know. Boston, MA. Harvard Business School Press.
Flores, M. (2005). Gestión del conocimiento organizacional en el taylorismo y en la teoría de las relaciones humanas. Revista Espacios , 26 (2), 79-95.
Monroy, S. (2010). Gestión del conocimiento en las sociedades contemporáneas. En J. C. Mutis, Innovación: desafío para el desarrollo en el siglo XXI (págs. 113-116). Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Nonaka, I. y Takeuchi, H. (1995). The Knowledge-Creating Company. Oxford: Oxford University Press.
Panigua, E., López, B. y Martín, F. (2007). Fundamentos de la gestión tecnológica del conocimiento. En E. Panigua (Coord.), La gestión tecnológica del conocimiento (pp. 12-82). Murcia, España: Universidad de Murcia/Servicio de Publicaciones. Recuperado el 22 de octubre de 2010, de http://edit.um.es/library/docs/books/gestion-tecnologica-conocimiento.pdf
Probast, G., Raub, S. y Romhardt, K. (2001). Administre el conocimiento. México: Pearson Educación.
Sveiby, K. (2001). . Consultado: 10 de abril, 2012. Disponible en: http://www.sveiby.com/articles/CompanyMonitor.html